domingo, 17 de enero de 2010

Santa Cruz de la Sierra


Desde Santa Cruz de la Sierra – Bolivia




Huellas de la prepotencia circulan por el aire, secuelas de un pasado algo turbulento, tratando de fijar nuevos horizontes, tratando de superar el saqueo que la ¨la madre patria¨ dejó en su paso. El recuerdo duerme cautivo, mellado en su corazón, instalado en su semblante, listo para reactivar la esperanza de un futuro mejor, listo para estallar en inmensos terrones de reseña, de atropello y orgullo.

La sierra llama al latino, como una madre llama a sus hijos para comer, para devorar historias, para recuperar el tiempo perdido. Todos miran con desconfianza, todos miran con miedo, para despertar en un nuevo día, en un nuevo sol que una vez mas amanece y trata de llegar a cada una de las almas que una vez mas tratan de renacer en un tiempo perdido en lo material y lo insignificante, lo material. Simón Bolívar ríe en las alturas, ríe y llora por la libertad que el tanto soñó para esta tierra hermana, esta tierra fértil y serena que a cada paso observa la indiferencia del primer mundo.

Suena la lengua quechua como un cañón, como una fuerza que no tiene miedo de expulsar lo verdadero, lo ambiguo. Suena esa guitarra en el mercado, diciendo una vez mas, armonía para todos, armonía para lo natural. Evo Morales, actualmente sueña un sueño distinto, un sueño verdadero que nace desde la confianza, desde la verdad.

Pero no olvide señor, que los ojos de la idiosincrasia, que los oídos de la tiranía, aun penetran en estas tierras, hermosas tierras, que día a día, trata de ser dueño de su propio destino, de su propia ideología, de su propio resultado, que para muchos, es mucho, que para todos,es constante y salvaje, como un tambor que quiere ser escuchado, una y otra vez sin descanso, sin rendición, sin cansancio, una vez mas, una vez y otra vez, como siempre, tierra Sudamericana de mi amor.

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